Cómo alcanzar tu potencial en el SAT y ACT
(Si te preguntas a dónde va el agua, hay un balde debajo del vaso).
Después de ver la demostración anterior, es posible que se pregunte: ¿Por qué olvidamos? ¿Vale la pena aprender algo si vamos a olvidar la mayor parte?
Recordamos lo que nuestro cerebro determina que es relevante para nosotros. La relevancia, a su vez, depende de dos criterios: necesidad y actualidad. Información necesaria, como nuestro cumpleaños, no la vamos a olvidar. Pero, la gran mayoría de la información que aprendemos será juzgada por nuestro cerebro como no esencial y, por lo tanto, con el tiempo perderemos ese conocimiento. Cuanto más importante para nuestra vida cotidiana, más y más tiempo retendremos la información. De manera similar, nuestros cerebros valoran el conocimiento reciente. En virtud de encontrar una experiencia o información hace más tiempo, nuestros cerebros determinan que esa experiencia o información es menos relevante para nuestra vida actual y, por lo tanto, se puede olvidar.
Entonces, ¿hay alguna razón para aprender si vamos a olvidar la mayoría de las cosas? Absolutamente. El cerebro es un músculo. Cuanto más lo trabajamos, más fuerte se vuelve. Por lo tanto, cuanto más aprendemos, memorizamos y usamos el conocimiento acumulado, mejor nos volvemos a hacer los tres últimos. Aprenderemos y memorizaremos nuevos temas más rápidamente y los recordaremos durante más tiempo. Y mejoraremos al aplicar ese conocimiento a nuestra vida cotidiana e integrarlo con nuestro conocimiento existente para experimentar, innovar y crear. Además, no podemos saber cuál será el conocimiento necesario para nosotros hasta que lo hayamos aprendido. Si terminamos olvidando algún conocimiento, está bien. Pero, el conocimiento que conservamos y las habilidades de pensamiento que adquirimos nos ayudarán por el resto de nuestras vidas.
Nuestros cerebros son máquinas eficientes. Para tener éxito en cualquier cosa, como el SAT y el ACT, debemos aprender a operar esas máquinas para lograr resultados óptimos. Al practicar constantemente por su cuenta y aprender y revisar con su tutor, los estudiantes pueden retener el conocimiento y las habilidades necesarias para alcanzar su potencial en el SAT y el ACT.